Esta parte de su educación es importantisima par una vida feliz. Una persona capaz de entender sus emociones y canalizarlas adecuadamente, se relaciona mas fácil y exitosamente con los otros y, sobre todo se acepta a si misma logrando una mayor autoestima. Por eso, ante sus respuestas bordes sigamos estas tácticas:

niño gritando

  1. No convertirse en un espejo: No hay que responder con enfado a su enfado ni, mucho menos, insultarle o gritarle, aunque el niño lo haga.
  2. Hay que reconocer su enfado sin quitarle importancia: «se que estas enfadado y lo comprendo, pero…». Y contarle un modo más adecuado de expresarlo: «no me grites, te estoy escuchando»
  3. Expresarle nuestros sentimientos cuando el se comporta de ese modo: «no me gusta que me grites, me pone nerviosa»
  4. Pedirle exactamente lo que esperamos de el en ese momento: «cuéntame lo que te ha enfadado tanto sin gritarme»
  5. Si insiste en gritar,  avisarle de que así no será atendido: «Entiendo que estés enfadado, pero deja de gritarme, cuando dejes de gritarme te atenderá»
  6. Si no reacciona al aviso, darle un tiempo para que se calme.
  7. Pasado el tiempo de reflexión. Hay que volver sobre el tema porque es importante que pueda resolver su enojo expresándolo sin gritos.
  8. Siempre hay que referirse a su comportamiento, no a su persona: «Hoy estas muy revoltoso y gritas mucho» y no «eres malo y gritón».
  9. Si los gritos o malas contestaciones son frecuentes, podemos retirarnos de la actividad que estamos haciendo con el cada vez que utilice un tono inadecuado y volver a estar juntos cuando nos hable bien.
  10. La regla de oro: reconocer y elogiarle cuando sea capaz de expresar su enfado sin gritos ni malos modos.

¿Necesitas ayuda?